El descanso en la edad preescolar

11 Sep El descanso en la edad preescolar

Muchos de nosotros nos preguntamos si hacemos lo correcto con la educación y la disciplina de nuestros hijos. Una de las preocupaciones más recurrentes es cuándo imponerse para que el niño descanse pues a esa edad parecen incansables? Pero es muy importante y necesario un momento de descanso.

Horas para crecer y funcionar:

El sueño como dice la frase, es reparador, nos da energía, pero en el caso de los niños es un elemento importante que funciona casi como alimento haciendo que en este período el niño crezca y se desarrolle.

El cerebro se recobra y además expande su potencial. Las funciones implicadas en recordar y dejar huella de lo aprendido durante el día se activan durante las fases más profundas del sueño. De ahí la importancia de que un preescolar descanse lo suficiente, solo así podrá recordar y grabar en su memoria lo que aprendió durante el día. Un niño cansado se encuentra irritable, nervioso, alterado y deja de aprender, pues la energía del cuerpo -que es sabio- la concentra en descansar.

Rutina del sueño:

A pesar que las rutinas del sueño deben imponerse desde edades tempranas, nunca es tarde para retomar el buen camino. Es necesario crear un buen hábito que predisponga a los niños al sueño profundo y reparador.

Cada quien conoce a su hijo; algunos necesitan que les lean, otros pueden escuchar música serena, otros más simplemente caen rendidos después de un vaso con leche tibia. La técnica la imponen los padres, pero procurando el correcto reposo de nuestros hijos con una habitación ventilada durante el día, a una temperatura agradable, sábanas y objetos limpios y en orden.

Estableciendo una rutina para irse a la cama

Una rutina para irse a acostar es una buena manera de asegurar que su preescolar duerme lo suficiente. A continuación detallamos algunos puntos a tener en mente cuando usted establezca esa rutina:

• Incluya un período de tranquilidad unos treinta minutos antes de la hora de dormir.
• Fije una hora específica para dormir, avisando debidamente a su hijo(a) media hora antes y 10 minutos antes de la hora acordada.
• Establezca horas fijas para irse a acostar, levantase y tomar siestas.
• Mantenga horas de juego y horas de comer consistentes.
• Evite los estimulantes como la cafeína, cuando se aproxime la hora de dormir.
• La habitación debe ser tranquila, acogedora y conductiva al sueño.
• Utilice la cama solamente para dormir— no para jugar o para ver la televisión.
• Limite las comidas y bebidas antes de la hora de acostarse.
• Permita que su hijo(a) escoja con qué pijamas quiere dormir, qué muñeco de peluche necesita llevarse a la cama, etc.
• Contemple el escuchar música lenta y agradable antes de dormir.
• Acueste a su hijo cariñosamente para reafirmar una sensación de seguridad?

¿Cuánto deben durar las siestas? Deben durar tanto como usted crea que su niño(a) necesita descansar. Generalmente, una hora es suficiente. Pero habrá otros momentos cuando su hijo(a) no ha parado en todo el día y necesitará una siesta más larga, así como otros días, donde usted escuchará a su hijo hablando y jugando en su habitación durante la mayor parte del tiempo de la siesta.