03 Oct Disfrutemos como niños
Conforme vamos creciendo vamos dejando de hacer muchas cosas que disfrutamos al ser niños.
Vivíamos en un mundo de fantasía que gobernábamos en todo momento.
Mi debilidad siempre fueron las muñecas, me encantaba hacerles distintos vestuarios con retazos de tela de la abuela, en aquella época venían muy sencillas, solo un vestuario y un accesorio. Pero yo me encargaba de complementar mis juegos con diversos materiales, ahora lo veo en mi nena, hace lo mismo aunque ya ahora esas muñecas vengan con infinidad de artículos.
De los juegos que podría mencionar son las escondidas en casa de una tía, el mejor escondite era el ropero de la abuela, con tantas cosas y yo tan pequeña que lograba esconderme totalmente, lo malo es que después de un tiempo ya sabían en dónde encontrarme fácilmente.
Los viajes familiares que parecían eternos y que los adultos ya no sabían ni como entretenernos, cantando, adivinanzas y el típico “yo veo, adivina donde está”, confieso que era la que menos daba lata, porque siempre me mareaba entonces procuraba dormir para evitar un mal momento.
Hace algunos días escuché cantar a mi hija aquel juego de “Marinero”, donde se hacen ademanes y cada vez se canta más rápido y no debes equivocarte. Creía que ese tipo de juegos ya los niños no los conocían, me puse a jugar con ella y hasta el papá le entró al juego, nos dimos una divertida increíble.
Un día saqué una lotería, la sorpresa fue cuando mis sobrinos no reconocían algunas cartas, lamentablemente son juegos que dejamos atrás y que muchos niños de ahora no conocen.
Desde entonces nos dedicamos a buscar juegos de mesa para compartir en familia, para que los niños los conozcan y aprendan a jugarlos, realmente no sabes todos los valores y destrezas que se estimulan al hacerlo. Decidimos enseñarlos a jugar bote pateado, escondidas, resorte, saltar cuerda o encantados para generar actividad física.
Nuestra niñez no estaba basada en la tecnología, así que deberíamos seguir jugando junto a ellos y motivarlos a ser menos dependientes de los objetos, nuestro propio cuerpo puede ser un excelente recurso para divertirnos. Volvamos a ser niños disfrutando con nuestros hijos.
¿Cómo te divertías cuando eras pequeño? ¿Qué es lo que más añoras?
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