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La religión en los niños

La religión en los niños

En esta época tan llena de conflictos, llena de diversidades, con una vida bastante activa y llena de estrés, ya pocas veces nos detenemos a pensar en esta combinación religión-niños, cualquiera que sean las creencias, es básico que se inculquen buenos principios y valores en nuestros hijos, de ahí depende que ellos crezcan y tomen decisiones importantes en su vida, formen una familia e inculquen los mismos valores a ésta, en sí, lo que todos buscamos, formar buenas personas, formar personas de bien.

La religión  puede darse por tradición familiar o elección del peque como consecuencia de vivencias diversas, el significado de esta palabra que deriva del latín (relidare) es volver a unir pero esto implica que en algún momento hubo algo que se rompió y es lo que se llama “pecado” en los dogmas religiosos. Por eso, que ellos hallen el camino en el cual sienten libertad es el apropiado para sus almas porque las imposiciones hieren la libertad infantil que ellos tienen.

Sin entrar en debates se puede enseñar el camino de los valores que fortalecen las relaciones humanas y de la comprensión de la vida desde paradigmas particulares y propios que dependerán de la familia que rodea al peque. No forzarlos ni condicionarlos a exigencias que pongan en peligro su desarrollo es el pilar fundamental de la educación religiosa que quieras brindarle.

Mal enseñada la religión establece diferencias  que los confunden y si logras transmitir que es un estilo de vida que cada persona elige libremente es cuando engrandeces su entendimiento y el peque logra poder formarse con compromiso ante lo elegido. Debe sentir alivio y bienestar al ser parte de la comunidad en la que se desarrolla porque cuando eso no ocurre será solamente tapar huecos o trasmitir tradiciones que no permiten elecciones.

En muchos países pertenecer a una religión determinada es sinónimo de discriminación cuando debería serlo de integración y respeto por las libres elecciones ajenas. La tolerancia es otro de los factores que el estilo de vida que realmente sienten y llevan estas personas destaque inmensamente, cuando en la generalidad se transmite agresión ante las diferencias.

Por estos y muchos otro motivos se aprende que el respeto por el otro (en todo lo que significa y es) complementado a la libertad de pensamiento y de acción que pueden obtener al disfrutar plenamente de la vida, colaborará a que ellas mismas sean quiene necesiten o no transitar por el camino de la religión dogmática.

Aquí algunas sugerencias:

Grupos de niños: Muchas iglesias cuentan con servicios especiales para niños donde les enseñan de acuerdo a su edad y capacidad intelectual, y comparten con otros chicos de su edad.
Evita regaños relacionados con religión: Si al portarse mal lo amenazas con que se va a ir al infierno o que Dios lo va a castigar, entonces creará miedo a tu Dios en vez de fe y amor.
Enséñales sin obligarlos: El forzar a un niño a creer y actuar de ciertas maneras crea rebeldía y una concepción de falta de libertad, en lugar de sentimientos positivos. O por el contrario, buscará imitar a los mayores, sin quizás entender claramente lo que dice o hace.

Fomentemos en nuestros hijos su espiritualidad, sin olvidar que son aún sólo niños y seres individuales e independientes. Dejemos que gocen su proceso de crecimiento liberándolos de temores innecesarios y mostrándoles todas las cosas lindas que la vida tiene para ofrecerles.

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