Muchos de los problemas graves que acechan a nuestra sociedad hoy en d\u00eda, son consecuencia directa de la falta de planificaci\u00f3n, y los padres no estamos exentos de responsabilidad. Inculcar h\u00e1bitos es un rol fundamental ligado a la paternidad, y cuando lo descuidamos, nuestros hijos son los que pagan las consecuencias.<\/p>\n
Un ejemplo de esto es la falta de educaci\u00f3n en el h\u00e1bito del deporte<\/strong>. Las consecuencias no se hicieron esperar, la obesidad se ha incrementado a niveles alarmantes, cerca del 20% de nuestros adolescentes son obesos, con la consiguiente disminuci\u00f3n de su rendimiento f\u00edsico, el aumento de las patolog\u00edas asociadas a esta enfermedad y a la disminuci\u00f3n de la autoestima, problema de por si muy presente en este grupo etario.<\/p>\n Por otro lado el sedentarismo<\/em>, la dificultad de sociabilizar y el individualismo de nuestros ni\u00f1os y j\u00f3venes se ha incrementado con el uso de la televisi\u00f3n y las computadoras, importantes inventos de la humanidad, que hoy se utilizan muchas veces sin criterio ni control.<\/p>\n El deporte como juego<\/strong>, es una actividad recreativa enriquecedora que trae inmensos beneficios en lo f\u00edsico, en lo mental y en lo espiritual. Mezcla lo l\u00fadico con la competencia, la hidalgu\u00eda con el ansia de triunfo, ense\u00f1a a conocer nuestras limitaciones y habilidades, y nos empuja muchas veces a superarnos. No importa si se trata de la pr\u00e1ctica de deportes de alto rendimiento o de un juego entre amigos, cualquiera que vaya peri\u00f3dicamente a un gimnasio, haya corrido una marat\u00f3n o se junte a jugar una \u00abcascarita\u201d comprender\u00e1 este concepto.<\/p>\n El deporte por sobre todo inculca valores, y los padres somos quienes debemos estimular su pr\u00e1ctica con el ejemplo y la pasi\u00f3n desde la primera infancia, al principio debe comenzar siendo un juego, para luego convertirse en un h\u00e1bito. Es cierto que nuestras actividades se han incrementado exponencialmente, cada vez tenemos menos tiempo y m\u00e1s stress, pero como repito en el consultorio: \u201cnuestros hijos son lo que nosotros hacemos de ellos\u201d, y esta regla no hace excepciones, en el h\u00e1bito del deporte<\/strong> tambi\u00e9n tenemos tanta responsabilidad como en el h\u00e1bito del estudio mismo.<\/p>\n Amistad, trabajo en equipo, esfuerzo, disciplina, honor, recompensa, son huellas que deja el deporte en nuestros hijos y que les permitir\u00e1 ser exitosos en la carrera que emprendan.<\/p>\n Hasta aqu\u00ed el problema y aunque parezca incre\u00edble la soluci\u00f3n es muy sencilla. Recordemos la alegr\u00eda que nos generaba ir a la plaza con nuestros padres o cuando nos llevaban al club y alentaban desde un costado.<\/p>\n Existen centenares de clubes de barrio o gimnasios, donde nuestros hijos puedan iniciarse en la practica deportiva, o sino simplemente tenemos la posibilidad de usar plazas y paseos p\u00fablicos donde podemos andar en bicicleta, correr detr\u00e1s de una pelota o simplemente pasear un rato.<\/p>\n En la mayor\u00eda de las instituciones educativas los padres organizan encuentros deportivos y que mejor que compartir ese momento con los hijos, y si esto a\u00fan no se hace en el lugar donde sus hijos estudian, esta es una buena oportunidad para organizar algo que les traer\u00e1 beneficios<\/strong> a muchos otros padres e hijos.<\/p>\n H\u00e1gase de un tiempo para practicar deporte con sus hijos o acomp\u00e1\u00f1elos a realizar sus actividades, no se necesita ser un as del deporte para pasar un buen rato en familia y no tenga duda de que el tiempo invertido en esto tendr\u00e1 una recompensa enorme.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" Muchos de los problemas graves que acechan a nuestra sociedad hoy en d\u00eda, son consecuencia directa de la falta de planificaci\u00f3n, y los padres no estamos exentos de responsabilidad. Inculcar h\u00e1bitos es un rol fundamental ligado a la paternidad, y cuando lo descuidamos, nuestros hijos…<\/p>\n","protected":false},"author":2,"featured_media":9135,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"om_disable_all_campaigns":false,"_monsterinsights_skip_tracking":false,"_monsterinsights_sitenote_active":false,"_monsterinsights_sitenote_note":"","_monsterinsights_sitenote_category":0,"footnotes":"","jetpack_publicize_message":"","jetpack_publicize_feature_enabled":true,"jetpack_social_post_already_shared":false,"jetpack_social_options":{"image_generator_settings":{"template":"highway","enabled":false}}},"categories":[413],"tags":[],"jetpack_publicize_connections":[],"aioseo_notices":[],"jetpack_featured_media_url":"https:\/\/mamaextrema.com\/wp-content\/uploads\/2012\/03\/bicycle-397960_640.jpg","jetpack_sharing_enabled":true,"jetpack_shortlink":"https:\/\/wp.me\/p222Tx-Vr","_links":{"self":[{"href":"https:\/\/mamaextrema.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/3561"}],"collection":[{"href":"https:\/\/mamaextrema.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/mamaextrema.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/mamaextrema.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/2"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/mamaextrema.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=3561"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/mamaextrema.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/3561\/revisions"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/mamaextrema.com\/wp-json\/wp\/v2\/media\/9135"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/mamaextrema.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=3561"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/mamaextrema.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=3561"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/mamaextrema.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=3561"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}