12 Sep Tics Infantiles
El síndrome de Tourette más conocido como los “tics” nerviosos o síndrome de Gilles Tourette, son contracciones violentas de los músculos, generalmente de los del rostro, que se repiten de manera involuntaria.
SÍNDROME DE TOURETTE
El síndrome de Tourette es un trastorno caracterizado por movimientos repetitivos e involuntarios y la emisión de sonidos vocales llamados tics. El trastorno lleva el nombre del doctor Georges Pilles de la Tourette, neurólogo francés que en 1885 diagnosticó la enfermedad.
Los primeros síntomas del síndrome de Tourette se presentan por lo general a partir de la niñez, iniciándose entre los siete y diez años.
Este síndrome se caracteriza porque el menor presenta los tics varias veces al día, casi a diario y durante más de un año, y casi nunca hay un periodo superior a tres meses sin realizar estos movimientos involuntarios.
Por otro lado, se puede observar un deterioro notable a nivel social y bajo rendimiento escolar. Suelen asociarlo a otros trastornos como el déficit de atención con hiperactividad o a otros trastornos del aprendizaje.
Si nota que su pequeño ha comenzado a desarrollar un tic nervioso, no se desespere, ya que estos movimientos involuntarios suelen desaparecer con el tiempo. Sin embargo, sería conveniente prestar atención a su entorno puesto que los tics, a veces, son una manera de expresar nervios, ansiedad o tensión. En caso de que sean muy frecuentes y duren más de un año, acuda a un especialista.
“Los tics nerviosos afectan aproximadamente al 10 por ciento de niños y niñas en los primeros años de escuela (por lo general, entre los seis y ocho años). Éstos consisten en movimientos del cuerpo que se presentan de repente, de manera repetida y sin control. Los tics pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo (cara, hombros, manos y piernas). Al tic más común se lo denomina ‘desorden de tic transitorio’ y no dura más de un año”, explica Ingrid Tames B., psicóloga clínica de adultos y niños.
También existen los tics vocales, que son sonidos involuntarios (tales como simular una tos o raspar la garganta)”. Expertos incluyen también al tartamudeo como un tic, y en la mayoría de los casos se resuelve de forma espontánea. Por ello, conviene que los padres no le presten mayor importancia, pues los niños cuando perciben que algo les ocurre pueden reaccionar con ansiedad y estrés.
“Lo que se debe saber con referencia a los tics es que pocos son los casos que requieren tratamiento, ya que la gran mayoría dejan de sufrirlos de forma espontánea. De hecho, suelen cesar antes si no se les presta mucha atención”, dice la especialista.
“La aparición de estos movimientos involuntarios no necesariamente significa algo malo; pueden desaparecer de pronto y ello se debe a que muchas veces es una forma de liberar las tensiones que siente el niño. Los padres deben estar atentos del entorno de su hijo, ya que los tics suelen intensificarse en condiciones de estrés, ansiedad y fatiga”, explica Tames.
Cuando los tics llaman mucho la atención, son muy frecuentes, se intensifican y duran más de un año. Entonces se recomienda que el menor sea evaluado por un equipo multidisciplinario compuesto, en este caso, por un neurólogo, un pediatra y un psicólogo, asegura Tames.
Los tics que permanecen por más de una año son llamados “tics crónicos”; éstos pueden estar relacionados con un tic especial y poco frecuente denominado “Desorden Tourette”.
PAUTAS
Los tics nerviosos más frecuentes suelen presentarse mediante:
* El parpadeo
* Mover las fosas nasales
* Sacar la lengua
* Mover la quijada
* Crujir los nudillos de los dedos
* Hacer muecas como levantar las cejas, torcer la boca, etc.
* Repetir alguna palabra, gruñir, ruidos con la boca, soplar, sonar la nariz.
* En algunos casos los niños suelen mover la cabeza u otras partes del cuerpo, como, por ejemplo, levantar los hombros.
¿CUÁNDO ACUDIR AL PEDIATRA?
Si bien la mayoría de los casos tiende a desaparecer y -como se mencionó anteriormente- es mejor restarle importancia, en algunos niños se presentan ciertas señales que deben ser tomadas en cuenta y sí se debe buscar ayuda. El psicólogo podrá aconsejar a la familia cómo darle apoyo emocional al menor y proporcionarle un ambiente adecuado para su desarrollo. De hecho, los métodos psicológicos y, en concreto, los de autocontrol, entrenamiento de la conducta y técnicas de relajación resultan muy útiles para ayudar a controlar los tics, asegura Tames.
A continuación algunas pautas:
• Cuando los estudios se ven alterados
• Cuando los tics interfieren en su vida social
• Los tics se acompañan de ecolalia, palilalia o coprolalia. La ecolalia consiste en la repetición involuntaria de algo que acaba de decir otra persona, como un eco. La palilalia es la repetición involuntaria de palabras o frases. La ecopraxia es la repetición involuntaria de los movimientos de otra persona. La coprolalia: tendencia a decir obscenidades o insultos fuera de contexto.
• Los tics van acompañados de una tos persistente
• Su intensidad o frecuencia aumentan
• Ya ha pasado más de un año desde que comenzó con los tics nerviosos.
POSIBLES CAUSAS
Si bien las causas por las que se presentan estos movimientos involuntarios no se han determinado aún, se barajan varias hipótesis. Una de ellas es el factor genético (herencia), posibles problemas neurológicos y, por supuesto, las de índole psicológica. De hecho, la aparición de tics se debe en muchas ocasiones a factores de aprendizaje, a la ansiedad y a la tensión emocional a la que muchos niños están expuestos.
“Los tics nerviosos también pueden desencadenarse después de un trauma psicológico, después de algún problema orgánico o por situaciones de estrés o ansiedad”, dice la especialista.
“Por otro lado, un factor que puede influir en la aparición de los tics en el niño es que la madre sea muy ambivalente. Es decir que la madre suele ser muy obsesiva, llena de reglas y muy controladora en relación a ciertos temas, pero en otros asuntos es demasiado permisiva”, explica la especialista.
RECOMENDACIONES
Si su hijo ha comenzado a presentar ciertos tics, no debe atormentarlo, quizá sólo sea pasajero. Recuerde que el castigo por parte de los padres, las burlas de los amigos o que los maestros lo regañen no ayudará al niño en lo más mínimo. Por el contrario, de esa manera se lo puede llevar al aislamiento, ya que será la única forma de darle rienda suelta a su sintomatología y el alejarse acabará con la angustia que le ocasiona el tratar de reprimir sus tics. Además se puede afectar su autoestima y su seguridad.
A continuación algunas sugerencias:
• Evite la ansiedad de su hijo.
• No corrija al niño a cada instante y tampoco debe castigarlo, mucho menos en público. Recuerde que un tic nervioso es involuntario y no lo hace por molestar, sino que es una forma de expresar sus nervios.
• No olvide fortalecer su autoestima, resaltando sus logros y habilidades.
• Si percibe que el tic nervioso se hace más frecuente, altera inclusive la vida social del menor, consulte con su pediatra.
Rose Cerón
Posted at 18:32h, 28 septiembreYo leí una nota donde decìan que los tics en los nenes son normales y la mayoría desaparece alrededor de los 5 años de edad. Me parece que debemos apoyar a nuestros nenes y alentarlos siempre para que cuando crezcan sean niños seguros. Saludos.
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Posted at 02:49h, 03 agostoWrite more, thats all I have to say. Literally, it seems as though you relied on the video to make your point. You definitely know what youre talking about, why waste your intelligence on just posting videos to your weblog when you could be giving us something informative to read?
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