En nuestro hogar es importante establecer valores familiares de calidad para nuestros hijos, los cuales serán sustento para establecer una sana vida en sociedad y un mejor desarrollo como individuo.
Cuando procreamos a un bebé muchas veces no es en las circunstancias más adecuadas, pero siempre con los pies en la tierra asimilando el tipo de responsabilidad a la que nos estamos enfrentando: Un hijo.
Nuestro amor de padres hace que demos a manos llenas, damos lo que a nosotros nos faltó o sustituimos materialmente lo que no les damos emocionalmente a los hijos.
Mantener la ilusión del Ratón de los Dientes, Reyes Magos, Hada de los Dientes, Santa Claus… es algo que como adultos cuidamos celosamente para preservar toda esta magia de la niñez.