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Pros y contras de los animales domésticos

Pros y contras de los animales domésticos

Primero deben tener siempre presente que los animales domésticos no son un capricho o un juguete que se puede dejar apartado. Un animal es un ser vivo, con todo lo que ello conlleva, y se tiene que pensar seriamente los pros y los contras antes de convertirlo en un miembro más de la familia.

Dicho esto, hay algunas cosas que puedes hacer para simplificar la relación con tu mascota:

  • elige animales domésticos de pelo corto. Dedica algunos minutos cada día al cepillado de tu gato o perro, sino todo esos pelos se irán esparciendo por tu casa.
  • mantén al animal normalmente dentro de casa. Por supuesto esto solo es factible si posees un amplio jardín y el animal es pequeño y observas que esto no le afecta.
  • si es necesario, usa un pulguicida no nocivo para el medio ambiente
  • entrena a tu mascota. Los animales domésticos pueden entrenarse para obedecer órdenes sencillas del tipo: ven aquí, siéntate, deja de ladrar…

Los animales domésticos pueden suponer un riesgo para nuestra salud.

Los animales de compañía vienen existiendo casi a la par que el ser humano. Perros, gatos, roedores, pájaros… son un amigo fiel que nos da su cariño y su compañía, pero que pueden resultar una amenaza para nuestra salud si no seguimos una serie de pautas para mantenerlo libre de bacterias y gérmenes.

Habitualmente los animales domésticos están bien cuidados en lo que a aseo y trato veterinario se refiere, pero a pesar de todo estas medidas pueden ser insuficientes, ya que habitualmente nos olvidamos de que el animal sale a la calle y puede traer de fuera bacterias y cualquier tipo de enfermedad. Por este motivo tenemos que tener cuidado y tomar las precauciones necesarias.

En muchos hogares se suele escoger la cocina como el lugar para enseñar al cachorro a hacer sus necesidades. Suele ser el sitio donde se colocan los periódicos para que aprenda, pero esto es un peligro al ser un foco de infecciones. Lo mismo sucede con el terrario de los gatos o los recipientes y jaulas que contienen otro tipo de mascotas. Es importante escoger otra ubicación dentro del hogar.

Lo mismo sucede con los recipientes de comida y bebida del animal. La cocina no es el lugar más idóneo para ubicarlos, y es que puede ser un foco de infecciones y suciedad. Si no queda más remedio que colocarlos ahí, es importante que los limpiemos cada día para desinfectarlos y evitar infecciones. Lo mismo sucede con la mascota. No solamente tiene que estar bien cuidad por dentro con desparasitadores y demás, sino que tiene que estarlo también por fuera.

Es importante que limpiemos a nuestras mascotas habitualmente, todas las veces que sea necesario. Lo mismo sucede con sus recipientes y jaulas que tienen que estar siempre impecables, eliminando las heces y demás desechos que pueden producir bacterias. En el caso de los perros es importante que los bañemos asiduamente, los cepillemos para evitar pelos y limpiemos las patas cada vez que regresemos de la calle, y es que éstas son un foco importante no solo de bacterias, sino de virus.

Por supuesto es importante evitar el contacto con nuestras mascotas mientras estamos cocinando. Es decir, no debemos tocarlas, jugar con ellas, darles a oler la comida que estamos haciendo, dejar que nos toquen o que olisqueen al lado de la comida… y es que esta simple acción puede ser un peligro para nosotros por representar una amenaza para la salubridad de los alimentos.

Es importante que tengamos en cuenta estas pautas para evitar sufrir una intoxicación por causa de nuestras mascotas que tanta compañía y cariño nos dan, pero que sin un cuidado adecuado pueden resultar nocivas para la salud.

Beneficios de tener una mascota en casa.

Los animales de compañía están considerados como una medicina preventiva. Su cuidado y el afecto hacia ellos promueven la salud y prolongan la vida. Numerosos estudios han demostrado, por ejemplo, que cuando los acariciamos la tensión arterial se reduce, además de producir efectos relajantes en nuestro organismo. Y es que, sin duda, ellos son un verdadero antídoto contra el estrés y una fuente inagotable de amor y compañía.

Disminuyen el sentimiento de soledad: su presencia constante hace que las personas se sientan más confiadas, seguras y protegidas. Su compañía también estimula el contacto físico y la comunicación; casi todos los dueños le hablan a su mascota y la conversación resulta más relajante debido a una sencilla razón: los animales no juzgan a las personas.

Incrementan la autoestima: los cuidados y atenciones que demandan las mascotas reducen los tiempos de ocio, hacen que la persona se sienta útil y generan una estrecha relación entre humano y animal, en la que ambos intercambian cariño y emociones. Son una constante fuente de motivación para su dueño.

Los niños aprenden: la convivencia con las mascotas contribuye a que los niños aprendan valores positivos como el respeto hacia los animales y la vida, la amistad y el amor, crea sentido de responsabilidad y promueve la comunicación entre padres e hijos. Las mascotas pueden enseñar a los niños a amar. Una mascota desarrolla en el niño la sensación de ser siempre aceptado y querido.

Mejoran el humor: ellas son una fuente de alegría y diversión para toda la familia, y con su compañía nos enseñan a disfrutar de las cosas sencillas de la vida.

Estimulan el contacto social: tener una mascota es una buena manera de establecer contactos sociales más positivos, conociendo a otras personas con quienes compartir anécdotas y experiencias sobre ella, ampliando así el círculo de amistades.

Ayudan a estar en forma: los perros necesitan caminar y hacer ejercicio diariamente. Compartir con la mascota y disfrutar de esta actividad hace que tanto ella como su dueño se mantengan saludables.

Favorecen la recuperación de las enfermedades: se ha demostrado que aquellas personas que poseen mascotas se recuperan más rápido de enfermedades como infartos y de cirugías, que aquellas que no las poseen.

Apoyan a personas discapacitadas: particularmente los perros, pueden convertirse en los ojos, los oídos y las piernas de muchas personas que padecen ciertos impedimentos físicos.

Nos hacen más humanos: los cuidados y el amor hacia los animales nos hacen demostrar mayor empatía y actitudes positivas hacia ellos, y así aprendemos a actuar de la misma manera con las personas.

Liberan del estrés: los estudios llevados a cabo sobre personas que poseen mascotas y otras que no tienen, muestran que el primer grupo tiene estados de ánimo más altos periodos menores de depresión.

Como siempre, sopesa pros y contras y decide qué es lo mejor para ti y tu familia.

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