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Mi hijo no obedece

Mi hijo no obedece

La disciplina ayuda a que los niños aprendan a comportarse de manera adecuada para su edad y su nivel de desarrollo.

Está comprobado que los niños necesitan que los adultos les pongan límites y los hagan sentir seguros de qué es lo que pueden hacer y qué no; eso sí, nunca deben sentirse amenazados ni temerosos, hay que enseñarles con amor y respeto.

La desobediencia se vence con amor, paciencia y firmeza

Pautas para guiar a los niños hacia la disciplina:

  • Expresarle claramente cómo deseas que se comporte en casa o en la de algún compañerito. Evita las frases irónicas o los gritos
  • Míralo a los ojos mientras le hablas
  • Cerciorarse que entiende tus indicaciones, es bueno seguirlas pero si no las comprende será un cambio superficial
  • Mostrarle cual será el resultado de su buena conducta. Por ejemplo si se niega a guardar sus juguetes puedes decirle: “Ordena tus muñecos rápidito para pasar más tiempo con la abuela”
  • Mencionarle cuál será la consecuencia de su mala conducta. Plantea castigos razonables y cúmplelos aunque tu hijo te pida una segunda oportunidad.
  • Reemplaza los gritos por una actitud controlada. Recuerda, el niño ya te escuchó antes levantar la voz, para él no será novedad
  • Enséñale con el ejemplo y si cometes un error pídele disculpas.

Las reglas deben ser conocidas por todos y cumplidas por toda la familia. Asimismo, ambos progenitores deben ejercer la autoridad y estar de acuerdo en las reglas impuestas. Estas deben ser claras y tener siempre la misma consecuencia. Hay que ser específico con lo que se permite, hasta dónde se permite, las circunstancias que rodean a la regla y qué sucede cuando se cumple y cuando no.

Ser consistentes, si los niños saben cuál es la última palabra es más difícil que luchen contra ella.     Abrazarlos, en algunos casos tomarlos en brazos, sin rabia y con dulzura funciona para desactivar el berrinche.     Mirarlo a los ojos únicamente si podemos controlar nuestro enojo, sino es mejor no establecer contacto visual.

Lo importante es que enviemos el mensaje de que lo estamos escuchando pero que de esa forma no va a conseguir nada.

No  te sientas culpable por ponerle limites… los limites educan y ayudan en cuanto a su personalidad.

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