14 Sep Errores de crianza
El ser Padres no nos asegura que seamos sabios y tengamos la razón en todo, vamos aprendiendo por medio de la experiencia y lo que nos funciona con un hijo con el otro nada que ver.
Como Padres quisiéramos saber qué es lo correcto e incorrecto hacer en la crianza de nuestros hijos, si nos preocupa, nos ocupa y nos ponemos a investigar, leer o consultar a personas de confianza para tomarlo como guía para enfrentar situaciones cotidianas.
Las generaciones de nuevos Padres van al otro extremo del camino, de ser educados a premios y castigos, ahora son demasiado permisivos y no ponen limites.
Mi lado de docente me hace ver varios puntos afectan la conducta de los niños y en charla con varias compañeras maestras coincidimos en lo mismo.
- Falta de límites claros: Los niños que no tienen reglas en casa pueden tener dificultades para respetar normas en la escuela.
- Sobreprotección: Impide que los niños desarrollen autonomía y capacidad de resolver problemas por sí mismos.
- Falta de comunicación: Padres que no se comunican con sus hijos sobre su vida escolar o problemas personales.
- Expectativas poco realistas: Exigir rendimiento académico sin tener en cuenta las capacidades y necesidades del niño.
- Inconsistencia en la disciplina: Cambiar reglas o consecuencias constantemente puede generar confusión en los niños.
Cambiar la conducta de los pequeños que han sido educados sin límites y sobre protegidos requiere paciencia, coherencia y una comunicación efectiva. Aquí algunos consejos para guiar ese cambio:
1. Establecer límites claros y consistentes
- Los niños necesitan reglas para entender lo que se espera de ellos. Explica las normas de manera simple y coherente.
- Repite los límites si es necesario y mantén las reglas consistentes en diferentes situaciones.
2. Implementar consecuencias apropiadas
- Las consecuencias deben estar relacionadas con la conducta. Si un niño desobedece una regla, aplica una consecuencia que sea razonable y no exagerada (por ejemplo, perder un privilegio por un corto tiempo).
- Refuerza las consecuencias de manera inmediata para que el niño entienda la relación entre sus acciones y los resultados.
3. Fomentar la independencia
- Anima al niño a resolver pequeños problemas por sí mismo, como vestirse o recoger sus juguetes. Esto fomenta la autonomía y reduce la dependencia de los adultos.
- Ofrece elogios cuando el niño haga algo por sí solo, ayudando a reforzar su sentido de competencia.
4. Refuerzo positivo
- Recompensa con elogios y reconocimiento cuando el niño siga las reglas o demuestre comportamientos adecuados. El refuerzo positivo motiva a los niños a repetir conductas deseadas.
- Crea un sistema de recompensas simple, como pegatinas o tiempo de juego extra, para reforzar el buen comportamiento.
5. Modelar el comportamiento adecuado
- Los niños aprenden imitando a los adultos. Modela comportamientos como la paciencia, la resolución de conflictos y la obediencia a las normas para que el niño lo vea y lo imite.
6. Evitar la sobreprotección
- Permitir que los niños enfrenten pequeños desafíos y experimenten frustraciones adecuadas para su edad les ayuda a aprender habilidades para la vida.
- En lugar de intervenir de inmediato cuando el niño enfrenta un problema, observa cómo lo maneja y, si es necesario, guíalo para encontrar una solución en lugar de resolverlo por él.
7. Crear rutinas predecibles
- Los niños pequeños responden bien a las rutinas porque les proporcionan seguridad. Establece horarios fijos para comer, jugar y dormir, lo que ayuda a reducir la ansiedad y la mala conducta.
8. Escucha activa y empatía
- Valida los sentimientos del niño, incluso cuando está frustrado o molesto, y ofrece consuelo cuando lo necesite. Esto no significa ceder a todas sus demandas, sino mostrarle que comprendes cómo se siente.
Implementar estos cambios llevará tiempo, pero con paciencia y consistencia, los niños pueden adaptarse a los nuevos límites y ganar independencia de manera saludable.
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