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Cuidado con los fríos

Cuidado con los fríos

 El cambio de estación es algo que los niños sienten y que esperan, muchas veces con ansias. Muchos padres sabrán de las dificultades que trae el invierno, sobre todo para buscar qué actividades realizar.

El cambio de estación, sobre todo del verano al otoño, es el que más sienten los pequeños. La llegada del otoño no solamente trae un cambio que los mantendrá más tiempo dentro de su hogar, sino que también significa el final de las vacaciones. Ahora deberán permanecer todo el año lectivo dentro, esperando a las vacaciones de invierno, pero que solamente duran un par de semanas y que para colmo, no se disfrutan al aire libre.

Con el frío los que mas se resienten son los niños, y tenemos que tener un especial cuidado con ellos, porque son más propensos a pillar resfriados.

Debemos reforzar sus defensas y las medidas que tomamos para evitar que se resfríen.

Como tratar de evitar los lugares cerrados y con mucha gente, ya que estos son un excelente caldo de cultivo, al contrario de lo que se cree, un ambiente cargado y cerrado es más dañino que estar al aire libre, pero bien abrigado.

La creencia popular que sostiene que los niños, y cuantos más pequeños más, deben abrigarse por capas, es realmente cierta. Los niños necesitan protegerse no sólo del frío, sino de la humedad del ambiente y es por este motivo que la protección a través de varias prendas es la más indicada para el bebé.

Muchos padres prefieren el invierno porque pueden tener mayor control por sobre sus hijos, los tienen en su hogar, estudiando, mirando películas, y pueden en definitiva, compartir más momentos en familia. Es importante que los niños también le den importancia a esta estación, buscando en ella diferentes momentos y oportunidades para comenzar nuevas actividades.

Por parte de los padres, es importante que incentiven a los chicos a vivir diferentes experiencias, valorando esta etapa, aprovechando la oportunidad para reforzar los vínculos con sus hijos, y viviendo momentos más íntimos que muchas veces el calor del verano y el tiempo al aire libre no nos permite compartir.

El otoño y el invierno son poderosos transmisores de enfermedades de origen vírico, resfriados, bronquitis, gripe… son algunas de las afecciones más comunes de ésta época del año y para protegerlos de ellas, lo mejor es evitar el contagio aunque, no debe olvidar que, el sistema inmunológico de su hijo se va fortaleciendo con cada exposición a nuevos virus.

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