27 Oct ¿Cómo logré superar la preadolescencia de mi hijo?
Es un reto que se debemos superar tanto como padres e hijos, viví una etapa muy pesada con mi hijo, con dificultades como todos, pero ahora que ya estoy en el último tirón me siento la madre más afortunada por no haber pasado por cosas tan graves.
Algunas veces nuestro amor hace que nos ceguemos a las posibilidades de que nuestras ovejas se salgan del carril, pero siempre debemos de saber qué hacer en un momento extremo.
Llegan a esta etapa, donde no son niños pero tampoco son lo suficientemente “grandes” para contar con cierta madurez, que les haga entender la ciencia de la vida, pero se creen los amos del universo, en mi hogar paso, independientemente que mi hijo así lo educamos, por error, por ser inexpertos. En fin, desde niño siempre fue el mejor, el más veloz, el campeón para todo, no podía perder o equivocarse. Imagínense como era su conducta en la pre-adolescencia, había días en los que en particular él y yo no nos soportábamos. Su papá se ausenta 15 días y me quedo a cargo durante ese tiempo, era la mala, la que prohibía y llamaba la atención, claramente la bruja del cuento, mi esposo llegaba a consentir y a jugar con él.
Fue una etapa en la que tuve que sentarme a dialogar mucho tiempo con mi esposo, en poco ayudó pero algo es algo, hasta que empezaron a haber otras consecuencias, donde el niño ya lo enfrentaba, lo retaba con la mirada y llego a insinuar que estaba mejor cuando él se iba a trabajar, cosa que dolió hasta el alma a mi esposo. Fue algo que provocó de golpe que mi esposo se diera cuenta de que debía ser más enérgico y ponerle límites.
Yo ya había leído un poco sobre esta etapa, donde nos dicen que los hijos nos van a retar, “odiar”, ofender… Todo eso lo hacen por tantos cambios físicos y psicológicos que están viviendo, que no debemos tomar las cosas tan a pecho, debemos mantenernos firmes sin caer en la tiranía, guiarlos con amor, pero manteniendo las riendas firmes para poder soportar esta difícil etapa.
Si caemos en el juego de ponernos al tú por tú con ellos, vamos a salir muy lastimados en ambas partes, porque en medio de la euforia vamos a hacer o decir cosas que nos van a doler, palabras que nos van a marcar de por vida, lo digo por experiencia propia. Yo tuve una discusión muy fuerte con mi mamá justo cuando iba en primero de secundaria, soy una persona muy pacífica, pero esa etapa la padecí al igual que todos. En esa discusión nos dijimos cosas que no debíamos y que hasta la fecha las recuerdo amargamente, algo que se pudo evitar o que si mi mamá hubiera sabido cómo manejar la situación, no hubiera pasado a más.
Podemos ser amigos de nuestros hijos, debemos de tener una relación cercana con ellos para que nos tengan confianza, pero debemos poner en claro que somos sus padres, que las decisiones importantes dependen de nosotros, que somos sus guías por el simple hecho de tener más experiencia en la vida y que los amamos con todo el corazón, así que no haríamos algo que pudiera lastimarlos. Eso siempre lo deben de tener bien claro.
Estamos por salir de esta etapa y con una tranquilidad en mi corazón les digo, si ustedes actúan con rectitud, con conductas ejemplares y demuestran interés en lo que a ellos les pasa, podrán salir librados de esta difícil edad.
En alguna plática con mi hijo le dije: “ Que quieres que hagamos por ti? ¿En qué podemos ayudarte? Así con palabras claras, tal vez no estamos entendiendo tu lenguaje y nosotros también cometemos errores, así que te escucho”.
Se sorprenderán al escuchar las palabras de sus hijos, porque aunque aparentemente los conocemos, hay cosas que se callan y que pueden ocasionar conflictos en algún momento o que incluso ellos agarren salidas fáciles para huir de sus problemas.
¿Qué experiencias tienes con tus hijos pre-adolescentes? ¿Qué métodos les han funcionado?
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