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Berrinches: ¡Los terribles 2 años de los niños!

Berrinches: ¡Los terribles 2 años de los niños!

Así es como en muchos lugares comienzan a hablar sobre esta etapa que tienen nuestros hijos.

Están justo donde dejan de ser bebés para pasar a ser niños, entre los 2 y los 3 años, nuestros hijos se aplican a hacer todo tipo de berrinches.

Las causas pueden ser porque no les damos lo que ellos quieren o por llamar la atención, lo que es causado simplemente porque no cuentan con el vocabulario suficiente para poder expresar lo que necesitan realmente.

Antes de que tu como mamá sigas con tu pesar y anteponiéndote a la etapa de los berrinches, debes de tomarlo de la forma correcta que es: “una simple etapa”, etapa que deben superar con tu ayuda y tu paciencia, mucha paciencia.

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Trabajo en equipo

Si uno de los padres pone un límite, éste debe ser sostenido y respaldado por el otro. En el caso de que haya desacuerdo, ése será un tema de discusión posterior y fuera de la vista de los chicos. De esa charla puede surgir algún acuerdo para situaciones futuras. Deben de mantener comunicación entre ustedes y así poder ayudarse con amor y paciencia.

En esos casos hay que ser firmes y ponerle límites también a los adultos, dejando claro, de la mejor manera posible, que los que educan son los padres. En algunos casos puede ser conveniente retirarse a otra habitación o salir a la calle a dar una vuelta con el niño para poder estar a solas. Los consejos los tomamos por respeto pero los aplicamos según sea nuestro criterio, cada quien educa de una forma distinta y esto se debe de respetar.

Los niños saben cuando hacer un berrinche, frente a los demás, en la calle, en el parque, con los abuelos enfrente que siempre van a estar de su lado, lo que debemos hacer nosotros es ser firmes ante cualquiera situación, como adultos debemos saber manejar ciertas situaciones, que ellos nos monten un drama para conseguir algo debemos encontrar el camino correcto para guiarlos.

En alguna ocasión me tocó presenciar en un Baby Shower donde reunidas varias mujeres, solteras y casadas, niños jugando y un ambiente conmovedor por la celebración, llega de pronto un pequeño como de 6 años, pidiendo mejor dicho exigiendo algo a su mamá, porque como ella estaba ocupada con nosotras, el niño seguro estaba que ella iba a aprobar la situación sin dudar, cual fue su sorpresa, de pronto lo tomo de las manos firmemente, lo miró a los ojos y le dijo que NO, que tomara sus cosas que ya se iban, antes de que el pequeño pudiera hacer otra cosa, se mostró un silencio crudo por toda la habitación y nosotras como espectadoras calladas e incómodas por la situación estábamos pasmadas, esta mamá, segura de lo que había hecho, sin más siguió con lo que hacía y minutos más tarde, tomó su bolso y se despidió.

Les platico esta experiencia porque incluso yo he cometido el error de educar a mis hijos de distinta forma ante los demás, sobre todo con mi primer hijo, me dejaba guiar por lo que dijeran los abuelos, las amistades y familiares, acceder a algo que nos piden para evitar berrinches y un espectáculo que ya traemos montado los últimos días, es algo que como mamá nos incomoda y nos hace sentir juzgadas al exponerlo, grave error, pero muy cierto. El asunto es que, la forma en que esta mamá reaccionó fue la correcta, ella sin importar el lugar y la situación, corrigió a su pequeño, sin agredirlo, sin gritar, sin ofender y este a su vez, entendió que así sea en casa o fuera de ella, su mami lo va a corregir de la misma forma.

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Cuando el pequeño comienza a hacer su berrinche, lo mejor es detenerse donde uno esté: en el supermercado, en la calle, o simplemente dedicarle un momento en vez de salir “arrastrándolo”. Es importante sentarse a su lado, mostrarle que uno lo acompaña en ese momento desagradable y no hacer un discurso. Ya se le dijo que no y ese “no” debe mantenerse. Cuando el niño se calme –y viendo que no obtiene lo que quiere y que no provoca enojo con su actitud, lo hará más rápido que si el adulto grita y se enoja, casi haciendo otro berrinche-, será el momento de decirle que no debe portarse así, que tiene que pedir bien lo que quiere y aceptar que a veces la respuesta es no. Explicar brevemente el motivo en ese caso y pasar a otra cosa.

Prevenir es una forma importante del manejo de los berrinches, ya que vayas al súper, a la tienda o donde el te acompañe, anticiparte a lo que supongas vaya armar berrinche, en mi caso era los dichosos carritos fijos de monedas, no era que no me agradarla treparlo, sino que podíamos pasar las horas, moneda tras moneda sin que se sintiera satisfecho en lo absoluto, desde que sabía que íbamos a pasar por un carrito, le decía que con gusto lo subiría un par de veces, no más, que aceptara mi condición o pasaríamos derecho sin usarlos, así ya prevenido y con un trato ya pactado, evitábamos un berrinche seguro frente a tantas personas.

El niño va a ir dejando los berrinches de lado en la medida en que comprenda que no es de esa manera como se consiguen las cosas y que, además, hay que aceptar que no todo lo que se desea puede tenerse.

Ojalá y este artículo haya sido de utilidad para ti, si tienes algún consejo para ayudar a nuestros pequeños a superar esta etapa, deja un comentario!!

Nos leemos!!Firma!!

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