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Sueño Infantil

Sueño Infantil

Los niños y las niñas deben descansar ocho horas diarias o más para lograr asimilar lo aprendido, reposar de la actividad y aportar hormonas de crecimiento.

El sueño es un proceso evolutivo que el bebé va adquiriendo desde que nace hasta los primeros años de la infancia.

El sueño cumple una función reguladora y reparadora en el organismo. Es esencial para el control de la energía y de la temperatura corporal. El sueño reabastece y restaura los procesos corporales que se han dañado durante el día.

Los bebés nacen con apenas dos de las cinco fases de sueño que tenemos los adultos: una fase de sueño ligero y otra de sueño profundo.   Tanto niños como adultos tenemos despertares nocturnos. La única diferencia es que los adultos ya dominamos la técnica de volver a dormirnos.

Hay niños que no pueden dormir sin oír una música suave. A otros les encanta que les cuenten cuentos antes de dormir y otros se duermen con sólo rascarles la espalda.  Todo dependerá de los hábitos que sus padres hayan adoptado y mantenido.

A partir de los tres años, lo mejor es relajarles jugando con la imaginación.  Hay que pedirles que cierren los ojos y se imaginen en algún escenario de la historia que se les van a contar. En un bosque, o en la isla del País de Nunca Jamás, o nadando en el fondo del mar,… De esta manera, a partir de los seis años, la rutina estará ya establecida.

Sugerencias de cómo ayudar al niño a que se duerma:

1. Establecer una rutina que incluya un período de tranquilidad antes de la hora de dormir.

2. Evitar o reducir al mínimo el acceso a la televisión o a los videojuegos antes de la hora de  dormir.

3. Establecer un horario para dormir todos los días, ayudará al niño a mantener una rutina. Tener rituales para dormir son rutinas efectivas para empezar a formar los buenos hábitos.

4. Permitir al niño, si así lo desea él, que lleve un juguete, un osito, o su manta favorita a la cama.

5. Controlar que la temperatura en la habitación sea agradable y que la ropa sea cómoda.

6. Consentir en dejar una luz encendida, la puerta entreabierta, o un vaso de agua al lado de la cama, si el niño lo pide.

7. Evitar dormirse con el niño. Le hará más difícil acostumbrarse a dormir solo.

8. No acudir cada vez que el niño llama o se queja. Si es así, le estará acostumbrando a llamar sin necesidad. Hay que estar atento siempre y acudir sólo cuando haya signos de problemas reales, como las pesadillas, los terrores, el sonambulismo.

Marcar unos horarios infantiles para dormir es algo muy importante que los padres deben realizar a fin de garantizar un buen descanso y un buen rendimiento durante las clases en el colegio, no se debe dejar que los niños vayan a dormir cuando ellos quieran, ya que esto afectaría a su conducta, estado físico y rendimiento.

Los niños están en pleno desarrollo y dormir las horas adecuadas es fundamental para ello.

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