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Padres separados y los hijos

Padres separados y los hijos

El hecho de esperar cada vez más de la pareja, el deseo de una mayor libertad social y la emancipación de las mujeres suelen ser las principales causas del aumento de divorcios. La ruptura oficial del matrimonio, el divorcio, no es lo mismo que una separación. Cada cuatro minutos se rompe un matrimonio en las grandes ciudades, la frecuencia es mayor.

El número de divorcios y de separaciones ha dejado de aumentar en los últimos años. Probablemente, como consecuencia de la crisis económica, las rupturas matrimoniales han descendido un 10,7 por ciento en el año 2009, respecto a 2008. De esta manera, continúa la disminución de las rupturas matrimoniales iniciada en 2007. Concretamente, los divorcios han disminuido un 10,6 por ciento y las separaciones un 12,3 por ciento, lo que da como resultado que la duración media de los matrimonios disueltos.

 Trámites que hay que seguir

Antes de divorciarse hay que acudir siempre a un abogado. Las personas sin recursos pueden recurrir al beneficio de la justicia gratuita. A través de los colegios de abogados, el Estado les asigna un abogado de oficio al que no le tendrán que pagar honorarios. No hay que subestimar la elección de dicho abogado pues es él quien va a representar a los implicados en la audiencia en la que se decidirá, por ejemplo, la custodia de los niños o la cantidad de la prensión compensatoria.

Las decisiones del juez 

– La pensión compensatoria se establece para compensar el desequilibro económico que se sufre tras un divorcio. El juez tiene en cuenta la duración del matrimonio, el hecho de que uno de los cónyuges haya dejado de trabajar, así como el nivel de estudios y las oportunidades de trabajo de éste. Cualquier cónyuge, incluso los declarados culpables, puede recibir esta compensación. 

– La pensión alimentaria se asigna al cónyuge que no obtiene la custodia de los hijos. Se trata de una contribución a los gastos en educación, alimentos, alojamiento, vestido y asistencia médica de los niños. La cantidad varía en función de los ingresos de la persona que debe pagar y de las necesidades del beneficiario. En el caso del divorcio por falta, estos criterios no varían. No se trata de compensar por el dolor o la pena sufridos, sino de contribuir en la educación de los hijos.

– La custodia se anula en función, principalmente, de sus intereses. La opinión de los hijos de más de 13 años se tiene en cuenta a la hora del juicio. Los padres que no obtienen la custodia de los hijos se benefician del derecho de visitas y alojamiento. Aunque la tendencia general es que sea la madre quien reciba la custodia, los tiempos empiezan a cambiar. Los especialistas preconizan cada vez más la custodia compartida: una semana en casa de papá y otra en casa de mamá.

Diferentes tipos de divorcio 

-Existen varios tipos de divorcios. El más rápido es el de mutuo acuerdo. Si ambos cónyuges han llegado a unos pactos en cuanto a la repartición de bienes, la custodia de los hijos, la pensión alimentaria y la compensatoria, pueden solicitar un divorcio de mutuo acuerdo. Los cónyuges deben presentarse con un abogado, pueden elegir que les represente el mismo a ambos, y junto a la demanda deben presentar un convenio regulador.

-Si uno de los dos no está de acuerdo sobre el divorcio o sus consecuencias, tiene lugar un divorcio contencioso en el que uno de los cónyuges solicita una demanda de divorcio ante el tribunal sin el consentimiento del otro. Ambos son convocados por el juez para establecer las medidas provisionales que permitirán asignar la custodia mientras se desarrolla todo el procedimiento. En este encuentro con el juez, el cónyuge que no está de acuerdo con el divorcio podrá expresar sus opiniones. Se trata de la última oportunidad para optar por un divorcio de mutuo acuerdo.

-Los matrimonios que lleven sin convivir (sin compartir lecho conyugal) dos años de forma ininterrumpida podrán acceder al divorcio sin tener que pasar por el proceso de separación judicial. Se deberán aportar pruebas que demuestren este cese de la convivencia conyugal.

-El divorcio por falta es el procedimiento judicial más largo y complicado de todos. Si el juez se encuentra ante un caso de violencia conyugal, se ponen en marcha procedimientos de urgencia para proteger a la víctima. Para los cuales deberán aportarse pruebas tangibles como fotografías, testigos, certificados médicos, etc. Las faltas deben ser violaciones graves de las obligaciones del matrimonio. A veces, el carácter pasional de algunas rupturas es tan destacable que los cónyuges se ven obligados a reconocer ante la justicia que se han equivocado, aunque esto suponga compensación económica ninguna. Los divorcios por falta suelen ser violentos y muy difíciles, por eso es más que aconsejable estar seguro antes de iniciar los procedimientos.

¿Mejor separados que juntos? 

Esta es la buena noticia que nos trae la cara positiva de la crisis económica, ya que hay muchos matrimonios que no se separan por falta de recursos económicos. No obstante, en ocasiones, es mejor que la pareja se separe, a que continúe viviendo situaciones conflictivas de convivencia, que afecten negativamente a sus hijos. Este podría ser el caso de los niños que están viviendo situaciones adversas, por ejemplo, de constantes peleas, discusiones que terminan en maltrato o problemas de alcoholismo o drogas. Si el ejemplo de su padre y/o madre no es el más adecuado, seguramente será más beneficioso para ellos que sus padres se separen.

Por el bien de tus hijos. 

Está comprobado que el niño sufre mucho más en situaciones en que los padres son infelices juntos, que cuando deciden vivir separados. Los niños quieren sentir que sus padres son felices. Es importante considerar que, al tomar la decisión de separarse, se analice primero la relación con los hijos, los cambios que éstos pueden sufrir y, sobre todo, que su decisión no afecte ni comprometa a las necesidades básicas de los niños. Los hijos en común continuarán necesitando decariño, cuidados, atención, apoyo y comprensión.

Los hijos son lo primero.

Aunque separados, la pareja jamás dejará de ser padres para sus hijos. No se puede olvidar que los niños tienen derechos y necesidades básicas como la alimentación, el alojamiento, el cuidado de su salud, la educación y el vestir. Cumplir con las necesidades básicas de manutención para los niños es fundamental para su desarrollo.

Por otra parte, los niños sólo se sentirán seguros si existe un clima de confianza, respeto y afecto entre sus padres. Considerando estos derechos de los niños, los padres deberían ofrecer una educación basada en valores como el optimismo, la responsabilidad y la familia, brindando a sus hijos una convivencia civilizada, integradora y social.

Al mismo tiempo, los padres separadados, cada uno desde su sitio, deben seguir observando el comportamiento de sus hijos y facilitarles su compañía, no solo durante las visitas establecidas.

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