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¿Mi bebé vendrá sano?

¿Mi bebé vendrá sano?

Una preocupación muy natural y me atrevo a decir que es la más común.

Sobre todo cuando somos primerizas, es que nos gustaría que alguien nos asegurara que todo está bien, que nuestro bebé está perfecto y así seguirá hasta después del parto.

Movimientos extraños, dolores diferentes o no sentir ni el mínimo movimiento en nuestro vientre nos hace preocuparnos en todo momento. La forma en que podemos sentirnos más tranquilas es visitar a nuestro ginecólogo y hacernos los chequeos correspondientes, los ultrasonidos, hacer y tomar lo que el médico indique.

Por naturaleza somos así, vivimos preocupadas todo el tiempo y eso es algo normal, sólo que no debe afectarte de más, evita todo lo que te genere un estrés, nerviosismo y una intranquilidad. Puesto que esto solo va a provocar que se lo transmitas a tu bebé, lo que queremos es que él esté bien y para eso también nosotras debemos estarlo.

Algo que te puedo recomendar para que tus preocupaciones se reduzcan es que anotes todas tus dudas e inquietudes que tengas para llevarlas a tu médico y que éste te las aclare. Asimismo en el momento que te las platique, si tú necesitas anotar, hazlo sin pena.

Dentro de estas pláticas se nos pueden ir detalles que después nos pueden preocupar, ya escrito todo, será más fácil dedicarte a leer y darte cuenta que ahí están muchas respuestas a tus dudas e inquietudes. Escribe un apartado especial sobre cada recomendación que tu médico te dé y dedícate a cumplirlas.

También puedes acercarte a algún grupo de apoyo que se dedica a todo lo referente a la maternidad, reuniones abiertas organizadas por las propias madres, quienes están dispuestas a escuchar, conversar e intercambiar experiencias sobre las maneras de criar a los hijos y cuidar del embarazo, el parto y la lactancia.

El lugar al que te acerques debe ser donde te dé confianza, te sientas a gusto y puedas conversar con otras madres que pueden ayudarte. No olvides tener una buena referencia del lugar, que sean personas capacitadas o mínimo un espacio que te brinde tranquilidad y confianza, recuerda que solo tú tienes la última palabra y más en cuanto a todo lo que se refiere a tu maternidad.

Otra recomendación sería que en lugar de preocuparte todo el tiempo, mejor dedícate a cuidarte, debes llevar una vida más sana y saludable. Esto se reflejará en reducir las molestias del embarazo, hacer ejercicio, llevar una dieta equilibrada, no excederse en el café o el alcohol, no auto medicarse…

Debemos ser conscientes de que nuestro estilo de vida influye directamente sobre el feto y determina la salud del futuro bebé.

Preocuparnos es normal, pero mejor vamos a ocuparnos en cuidar nuestra salud física y psicológica, no se olviden de algo muy importante:

“Disfruten su embarazo, hasta el más mínimo detalle”, es un momento muy especial que nos une con nuestros hijos.

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