02 Ago Emociones en el niño. La ira.
Esta emoción surge de la necesidad del niño por obtener dominio y poder, le es tan necesaria como la protección. Según fuentes esta emoción ha sida la más investigada por los psicólogos.
Igual que el miedo la cólera varía en las distintas etapas de crecimiento, presenta cambios de manifestación según la edad y los estímulos que la provocan, generalmente las causas de la ira en la niñez son simples y de tipo social.
Las causas más frecuentes de la ira son las restricciones y la interrupción de movimientos más tarde en la edad preescolar se origina en actividades de la vida diaria, por ejemplo: Elección del desayuno, del vestido, prohibirle dulces o caramelos. Hay muchos factores de ira, por ejemplo: el estado físico y psicológico, falta de dormir lo necesario, traslado a un ambiente nuevo, etc.
Los motivos de la ira suelen ser menos en las familias cuyos padres son tolerantes y observan los motivos de los enojos de sus hijos para que no se repitan o para tomar medidas inteligentes ante situaciones insólitas.
El niño, que tiene muchas obligaciones, que reparte sus afectos entre los padres, hermanos, maestra y compañeros, tiene menos motivos de ira, puesto que reacciona con más serenidad y su vida se pasa entre disciplinas. Para evitar estímulos de ira los padres y en algunas ocasiones los maestros o la escuela deben trabajar juntos, para que el niño sin saber sea controlado y observado en sus reacciones.
“El fin de la ira es llevarnos a la violencia y esta produce más violencia.”
La ira es un recurso con el que cuenta toda la especie humana. Pero es un tipo de respuesta precaria ante frustraciones, miedos, celos o sentimientos de injusticia.
Una de las formas que puede acercarlos a mejores resultados, ante niños envueltos en un ataque de furia, es facilitarles la expresión de aquello que les anda pasando. En lugar de suprimir la ira, es como abrirle una puertita para que salga despacio…
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